Lennyn Flores/El Estado
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas (El Estado).-José Luis Sánchez Huerta, activista y ex luchador profesional conocido como “Guerrero Zulú”, se consideró como perseguido político debido a las luchas sociales que ha respaldado en Chiapas.
Luego de ser liberado de la cárcel, donde estuvo preso por cuatro meses y 5 días, acusado por el delito de robo con violencia a casa habitación, ofreció una rueda de prensa para dar a conocer su situación legal, donde informó que fue liberado con medidas cautelares, pese a que no se le comprobó responsabilidad alguna.
Respaldado por diferentes grupos, entre ellos, normalitas, miembros de la disidencia magisterial, locatarios y su familia, “Guerrero Zulú” mostró el informe de un perito particular en donde se detalla que la vivienda donde se realizó el supuesto robo no tenía las características que mostraba la denuncia.
Además, mencionó que, durante el proceso, la parte acusadora, no se presentó a ninguna de las audiencias, lo que fue debilitando las denuncias en su contra.
“Se tuvo que contratar un perito para constatar las características de la vivienda que supuestamente robé, y resulta que esa vivienda no existe, para mi que se trata de una de esas casas de seguridad que usan para torturar. La verdadera casa es una vivienda de bajaré y techo de tejas”, destacó.
De acuerdo con la denuncia, la vivienda ultrajada, cuenta con una construcción de dos plantas, pero ésta no coincide con lo encontrado por el perito.
Sánchez Huerta, mencionó que sus abogados analizan de qué forma procederán ante esta situación, toda vez que, además de pasar más de cuatro meses preso, sufrió afectaciones físicas, psicológicas y económicas; sumado a ello, al ex luchador debe asistir a firmar al penal todos los jueves, como parte de las medidas cautelares.
“Vamos a ver que dicen los abogados, porque me han dicho que no puedo estar sujeto a esas medidas, porque no soy un delincuente, por lo que debo ser absuelto con libertad absolutoria.”
Dijo que, es posible que no siga ejerciendo el activismo con la misma contundencia, pues ahora, después de tantos años en “píe de lucha” debe pensar en su familia y en su salud, sin embargo, dijo que, pese a una situación de ansiedad crónica y las lesiones ocasionadas por la lucha libre, se siente “como de 30”.