Agencia/El Estado
Aunque las proyecciones económicas eran de incrementar un 30 % en las ventas durante las fiestas patrias, la implementación de la ley seca que se dio para el primer cuadro de Tuxtla Gutiérrez generó un impacto considerable y los negocios terminaron con números negativos, informó Guillermo Acero Bustamante, presidente en Chiapas de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
La decisión de prohibir la venta de bebidas alcohólicas, pese a que sólo fue un perímetro pequeño, dijo que fue un factor que influyó en que las personas no asistieran a los establecimientos y la industria lo notó en los números generados.
De hecho, enfatizó, la postura que asumió la autoridad en Tuxtla Gutiérrez generó un impacto negativo en la industria con un cinco por ciento menos que lo generado en 2019, a pesar que es una de las ciudades con más desempleo y, aún así, no se diseñan políticas públicas para combatir este problema.
«Estamos con una sensación de decepción, sobre todo, las expectativas que se tenían. Muchos hicieron decoraciones y no fue como se esperaba», complementó.