"Si tú tienes conocimiento, tienes una herramienta válida para hacer un análisis y puedas tomar decisiones. Si no lo tienes, difícilmente harás un diagnóstico real y no tomarás buenas decisiones"
El Estado/Agencia
Emprender un negocio es una de las aspiraciones que cualquier persona puede tener para contar con mejores ingresos económicos y, por ende, una mejor calidad de vida, sin embargo, no todos los negocios alcanzan las metas programadas y hay múltiples factores en medio de ello.
Guillermo Acero Bustamante fue un joven visionario; empezó con una panadería hace un par de décadas, hoy representa a la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Chiapas. Describe que muchas personas quieren resultados muy rápidos y se alejan de la paciencia. Lo ideal para quienes desean incursionar en el mundo del emprendimiento, dice, es combinar la confianza con una metodología.
«Si tú tienes conocimiento, tienes una herramienta válida para hacer un análisis y puedas tomar decisiones. Si no lo tienes, difícilmente harás un diagnóstico real y no tomarás buenas decisiones», describió el empresario chiapaneco.
¿Y cualquiera puede emprender?
En la visión de Acero Bustamante se requiere de una institución en la parte gubernamental para impulsar a las personas que tienen buenas ideas, pues no siempre se requieren grandes cantidades de dinero para iniciar un proyecto, aunque el riesgo del fracaso también es latente.
Los créditos institucionales o de la banca comercial, consideró, funcionan como una palanca para impulsar los negocios en época de crisis o, simplemente, para hacerlos crecer.
Acero Bustamante, quien cuenta con experiencia en el sector financiero, señala como una de sus narrativas, para alcanzar el éxito en el mundo del emprendimiento, el trabajo en equipo, es decir, la academia, la parte gubernamental y el sector privado.
Desde su formación académica se integró con un equipo de estudiantes y armaron una panadería, por diferentes objetivos la empresa cerró. Después se fue al proyecto denominado «El que llama paga» y pudo hacerse de una distribuidora de telefonía celular; con el paso del tiempo vendió esa compañía pero llegaron nuevas actividades vinculadas con asesorías a empresas.
Ha incursionado en franquicias con inmobiliarias y hasta de salones de fiestas y banquetes. El empresario envió un consejo a los jóvenes: «primero tener conocimiento, tener un buen plan de negocio, no dudar, tener fe -al ser energía pura-, paciencia, ser metódicos y muy disciplinados.»