Por el déficit en la aplicación de pruebas, la entidad aún no conoce la magnitud de la crisis sanitaria; “hay un mundo de personas por ahí contagiando a los demás”: consultora
ERICK SUÁREZ
Cerca de 283 mil personas en Chiapas en algún momento estuvieron infectadas del SARS-CoV-2, el virus que genera el COVID-19; sin embargo, sólo 0.9 por ciento conoció su estado. Algunos no viven para contarlo.
Marina Hernández Sharrer, integrante de la consultoría SAI Derecho & Economía, atribuye esa situación a varios factores. El principal: el criterio de las autoridades para hacer pruebas. Qué el test sea exclusivo para quienes presentan síntomas de COVID-19 “y que es evidente que están muy contagiados”, asegura, provoca que en México sean aplicadas 1.2 pruebas por cada caso confirmado diario por millón de habitantes, es decir, la cantidad de test que está haciéndose es prácticamente similar al número de diagnósticos positivos de ese virus que el país registra a diario por cada millón de habitantes.
“En México estamos un poco a ciegas y aún no podemos dimensionar la gravedad de la situación que estamos enfrentando (…) es un mundo de personas que están por ahí que probablemente están contagiando a las demás”, afirma.
La también docente del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) sustenta su dicho en un estudio efectuado por Michelle Anzarut, Luis Felipe González, Sonia Mendizábal y María Teresa Ortiz, integrantes de la Asociación Mexicana de Estadística (AME), quienes calcularon el total de individuos que contrajeron el SARS-CoV-2 con base en la cantidad de casos confirmados y de fallecimientos por coronavirus, apoyándose en un modelo empleado en otros países. El resultado de la estimación fue el siguiente:
Hasta el 6 de junio de 2020, según dicho esquema, en Chiapas 283 mil sujetos están o estuvieron infectados de SARS-CoV-2, equivalente a cinco por ciento de la población de la entidad y a apenas 0.9 por ciento de los cerca de 2 mil 500 diagnósticos positivos reconocidos por el gobierno federal.
Hernández Sharrer asegura que pocos países sortearon la pandemia manera exitosa, desde el punto de vista sanitario. Quienes lo hicieron tienen un común denominador: aplicación de pruebas masivas, es decir, sin importar la existencia o no de síntomas evidentes de COVID-19. Lituania e Islandia forman parte de esos países. En esos lugares las autoridades hicieron más de 100 test por cada mil habitantes; en México están aplicándose 2.2 pruebas por cada 100 mil residentes.
La consecuencia: a tres meses del inicio de la contingencia, México sólo conoce el uno por ciento de la gente que estuvo infectada del SARS-CoV-2 en algún momento. La información de las pruebas es fundamental, porque permite implementar o diseñar una estrategia más focalizada para enfrentar el problema, puntualiza.
La jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rosa María Wong Chew, informa que dos test ayudan a detectar del virus: la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) y la serológica o rápida. La primera arroja los resultados más certeros; su confiabilidad va de 40 a 80 por ciento.
En Chiapas el inventario de pruebas del Sector Salud está al 60 por ciento. No obstante, éstas son aplicadas según varios criterios, entre ellos, síntomas del paciente y si ella o él tuvo contacto o no con un caso confirmado, declaró el titular de la Secretaria de Salud de ese estado, José Manuel Cruz Castellanos, a inicios de este mes durante una conferencia de prensa.
Fotografía: Getty Images