Redacción
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas (El Estado).-De acuerdo con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) publicada por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), se estima que en México 3.3 millones de niñas, niños y adolescentes están ocupados en formas de trabajo prohibidas, cifra que representa 11.5 por ciento de la población de 7 a 17 años.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el 12 de junio como el Día mundial contra el trabajo infantil. Con ello, se busca exponer los riesgos en los que se encuentran las niñas, niños y adolescentes que realizan algún tipo de trabajo infantil. Para avanzar en su eliminación, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se estableció poner fin a cualquier forma de trabajo infantil para 2025.
Según la OIT, la inclusión al mercado laboral a edades tempranas puede traer consecuencias que afectan el desarrollo de las y los menores de edad. Un menor que trabaja puede, por un lado, disminuir el tiempo y calidad invertido en el estudio u otras actividades que favorecen su crecimiento y, por otro, exponerse a sufrir algún problema físico o psicológico por realizar actividades no adecuadas
Del total de niñas, niños y adolescentes en condición de trabajo infantil, 1.8 millones se desempeñan en una ocupación no permitida, 262 mil realizan alguna ocupación no permitida y quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas y 1.3 millones realizan exclusivamente quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.
De los 3.3 millones de menores de 5 a 17 años en situación de trabajo infantil, 61 por ciento (2 millones) son hombres y 39 por ciento (1.3 millones) son mujeres. La tasa de trabajo infantil por sexo muestra que 13.6 por ciento de los hombres está en esta situación y el porcentaje de mujeres es de 9.2 por ciento.
Con respecto a la población en trabajo infantil, 52.1 por ciento tiene de 15 a 17 años (grupo que está en la edad legal para laborar pero entra en esta categoría por realizar actividades o servicios domésticos peligrosos); por debajo de la edad mínima para trabajar, 37.2 por ciento tiene de 10 a 14 años y 10.7 por ciento, de 5 a 9 años.
La Ley Federal de Trabajo establece que la edad mínima para trabajar es de 15 años, quedando prohibido el trabajo por debajo de esta edad y todo empleo que esté definido como peligroso para una persona que tenga por debajo de los 18 años.
A partir de esto se clasifica el trabajo de la población de 5 a 17 años en: ocupación permitida y no permitida. Así, 93.8 por ciento (2 millones) de la población de 5 a 17 años ocupada, está en ocupación no permitida. Por sexo, esta situación se presenta en 96.1 por ciento (1.4 millones) de los hombres ocupados y en 88.6 por ciento (0.6 millones) de las mujeres ocupadas.
QUEHACERES DOMÉSTICOS EN CONDICIONES NO ADECUADAS
Un subgrupo más que conforma el trabajo infantil, es aquel que realiza quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, es decir, durante horarios prolongados, en un medio insalubre que supone la manipulación de equipos peligrosos, cargas pesadas o que se realiza en lugares definidos como peligrosos8 . De la población de 5 a 17 años, 5.3% (1.5 millones) realiza quehaceres domésticos en condiciones inadecuadas. Por sexo, esta situación se da en 5% (0.7 millones) de los hombres y 5.6% (0.8 millones) de las mujeres.
Trabajo peligroso
El trabajo peligroso puede ser aquel en el que los menores están expuestos a abusos de orden físico, psicológico o sexual; se realizan bajo tierra o agua, en alturas peligrosas o espacios cerrados; se utiliza maquinaria, equipos o herramientas peligrosas; se realiza en medios insalubres; con temperaturas, ruido o vibraciones perjudiciales; se da en horarios prolongados o nocturnos, o son trabajos que retienen injustificadamente a la niña o niño.
Al observar a la población de 5 a 17 años en trabajo no permitido, destaca que, seis de cada 10 (60%) están en ocupaciones peligrosas y cinco de cada 10 (47.9%) participan en sectores de actividad peligrosos. Por sexo, estas condiciones son también las más presentadas: 64.1% de los hombres y 49.9% de las mujeres están en ocupaciones peligrosas, en tanto que 55.0 y 30.4% respectivamente están en sectores peligrosos.