Por este hecho fue detenido por su probable participación Víctor Antonio Fuentes López de 12 años de edad, acusado de agredir a su compañero. El 14 de enero de 2020, el menor fue detenido y vinculado a proceso de internamiento preventivo por un lapso de cinco meses por haber sido señalado por el menor agredido como autor de la lesión que a la postre lo llevó a perder la visión de un ojo
Lennyn Flores/El Estado
El 6 de diciembre de 2019 se dio a conocer el caso de José Ángel, un alumno de la escuela secundaria federal “Rafael Ramírez” de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas que, presuntamente era víctima de acoso escolar y que, en consecuencia, perdió la vista del ojo derecho por desprendimiento de retina luego de ser golpeado con una piedra por uno de sus compañeros.
Por este hecho fue detenido por su probable participación Víctor Antonio Fuentes López de 12 años de edad, acusado de agredir a su compañero. El 14 de enero de 2020, el menor fue detenido y vinculado a proceso de internamiento preventivo por un lapso de cinco meses por haber sido señalado por el menor agredido como autor de la lesión que a la postre lo llevó a perder la visión de un ojo.
Este jueves, el padre y la madre del imputado –que actualmente se encuentra recluido en el centro de internamiento especializado Villa Crisol- solicitó la intervención de las autoridades y de la sociedad, señalando que su hijo fue detenido de forma arbitraria y sin que se hayan respetado sus garantías individuales, además de que se violó el principio de inmediatez al no ser presentado ante el juzgador que ordenó la aprehensión.
“Se encuentra injustamente recluido en Villa Crisol. Se tiene conocimiento extraoficial que la causa penal del juzgado de control y juicio oral especializado en justicia para adolescentes “trae línea” y esto es creíble porque el proceso penal es parcial y en total desequilibrio procesal, plagado de vicios procesales, despegado a la realidad, toda vez que es bombardeado por algunos medios de comunicación para que influya en el ánimo de la sociedad, por lo tanto el caso también es consecuencia de un impacto social”, argumentaron.
Dijeron que, de acuerdo con la versión de su hijo y de otros compañeros que estuvieron presentes el día de los hechos –de quienes se reservan las identidades- la versión de la familia del afectado es errónea, toda vez que el día de los hechos ninguno de los alumnos del tercer grado grupo “F” se encontraba en el aula de clases sino “jugando” en la parte de afuera, agregando que todo se trató de un accidente.
Por esta razón, los padres inconformes solicitaron a las autoridades que se retome el caso a través de un proceso justo y a estricto derecho, toda vez que su hijo se encuentra recluido por un acto que no cometió. A ello, agregaron que existe incertidumbre, ya que Víctor Antonio Fuentes López presenta síntomas de depresión, por lo que temen que atente contra su vida al interior del centro, además de que existe el temor de que sea sentenciado sin que se lleve a cabo un proceso legal.