Rey González/El Estado
Docentes y padres de familia denunciaron las malas condiciones en la que se encuentra la escuela primaria Carmen Serdán Alatriste, ubicado en Ciudad Maya, en Berriózabal, pues sus once aulas están construidas con materiales donados por familiares.
Levantadas con tejas de cartón, techos de láminas y paredes de madera(cubiertas con bolsas negras de plástico), es como los 285 alumnos y alumnas reciben sus actividades escolares, sorteando las inclemencias del tiempo.
Román Muñoz Minor, director de la primaria, apuntó que en ocasiones el calor es sofocante al interior de las aulas y los ventiladores no son suficiente para refrescar a los niños y niñas.
También toman clases de educación física bajo el sol, pues no cuentan con un domo y las condiciones de la cancha ha provocado raspaduras. «Pese a todo, la plantilla docente no deja de realizar su trabajo, pero las inclemencias del tiempo nos hace suspender clases, en ocasiones, por las lluvias», expresó.
Explicó que al lado de la escuela hay un terreno baldío, el cual se ha incenciado, y no solo el fuego representa un peligro, también las víboras que, huyendo del fuego, entran a los salones de clases.
Al cuestionarle si han sostenido reuniones con Secretaría de Educación, enfatizó que debido a que el predio donde están fue donado por una constructora, no cuentan con escrituras públicas, y eso ha dificultado el obtener recursos para mejorar las condiciones de esa infraestructura.
Para finalizar, los docentes detallaron que en ocasiones los menores han resultado con picaduras de insectos, aunque no han sido incidentes serios, esperan que esta situación cambie pronto para no tener que lamentar otras emergencias.