Agencia/El Estado
La información que emitió el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al confirmar que Zoé Robledo Aburto ya no aparecerá en las boletas de 2024 para la gubernatura de Chiapas demuestra una premisa básica dentro de la política: nada está escrito.
La decisión, que fue notificada desde palacio nacional, ajusta el nuevo mapa electoral para la entidad en dos frentes y surgen nuevos nombres para continuar con la consolidación de la Cuarta Transformación.
Con lo relevado en «La Mañanera» emerge Ismael Brito Mazariegos, hoy diputado federal y hombre de confianza del gobernador Rutilio Escandón Cadenas, con quien ha trabajado en las últimas dos décadas en cargos de relevancia como la Secretaría General de Gobierno.
En el frente se encuentra Eduardo Ramírez Aguilar, hoy Senador de la República e impulsado por uno de los aspirantes dentro del proceso interno de Morena, Ricardo Monreal. El primero en mención quiere, por segunda ocasión, intentar que su nombre aparezca en las boletas de 2024, mientras que Monreal no cuenta con el respaldo presidencial para lo que viene en las siguientes votaciones.