Rey González/El Estado
Luego que el 25 de octubre el huracán «Otis», categoría 5, impactó en Acapulco y dejó destrucción de infraestructura, personas desaparecidas y varios muertos, la Cruz Roja delegación Chiapas envió a nueve voluntarios para participaren diferentes actividades, en ayuda alimentaria, servicios médicos y otras labores.
Ana Priscila Sánchez narró que el día cuatro de diciembre partieron al estado de Guerrero para formar parte de las labores de rescate; tenía conocimiento de lo que el huracán había causado, especialmente en Acapulco, sin embargo, al llegar a la ciudad, dimensionó el caos provocado por la fuerza de la naturaleza.
“La gente estaba agradecida, pero aún hay lugares a los que la ayuda no llega”, describió Priscila. Otro de los voluntarios fue Gustavo Alexander Coello, quien estuvo en comedores; él compartió que en un día cocinaban hasta para mil personas. Pese a que la Secretaría de Marina también contaba con su comedor, no se daban abasto para alimentar a las y los afectados.
Había personas que tenían más de un día sin probar alimento, dijo, y también añadió que grandes edificios como estadios y hoteles parecían piezas de juguetes desarmadas.
Oswaldo Rosales, quien es uno de los voluntarios más jóvenes, con 20 años de edad, mencionó que ver a los menores pedir algo de comida o agua, será una imagen que no podrá olvidar, también; debido a la falta de servicios e insumos básicos, fue difícil atender a quienes estaban heridos, sin embargo, gracias a las donaciones que llegaron que todos los estados de la república pudieron cubrir dichas necesidades.
Los voluntarios, coinciden que el auxiliar a la población afectada fortalece su experiencia ante estas situaciones y recomendaron a la ciudadanía a estar informada sobre las condiciones climáticas y contar con un plan familiar para fenómenos metereológicos.